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Sep 7, 2024

Fallece Juan Serrano Silva, impulsor de Proyecto Hombre Málaga

Decimos adiós a Juan Serrano Silva, uno de nuestros padres, creador y potenciador de Proyecto Hombre Málaga.

Fecha

Sep 7, 2024

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RECONOCIMIENTO A JUAN SERRANO SILVA, NUESTRO MAS VETERANO VOLUNTARIO

Juan nació en Tarifa (Cádiz) hace ya unos cuantos años. Estuvo, entre otros trabajos, vinculado profesionalmente al mundo de la banca, llegando a ser apoderado de una sucursal en Málaga, donde se instaló con su mujer y sus 4 hijos allá por el año 1976.
Siempre ha sido un hombre activo en su parroquia y eso fue lo que hizo que el Obispo de Málaga en 1985, D. Ramón Buxarrais Ventura, le pidiese iniciar una nueva andadura en Málaga. Esta consistía en crear una Fundación (Centro Español de Solidaridad de Málaga, C.E.S.MA.) para acoger económica y jurídicamente un programa de atención a jóvenes con problemas de adicción, según el modelo educativo-terapéutico desarrollado por Proyecto Hombre.
Juan Serrano se prestó a formar parte de esta andadura, de la que no sabían muy bien cómo iban a arrancar, de dónde iban a recabar dinero para que funcionara, con qué personas iban a contar… Todo estaba en el aire. Sin embargo, al miedo de la incertidumbre se le sumaban las ganas de todos los miembros de responder a una necesidad que por entonces era acuciante, pues éramos una provincia con muchas personas con problemas de adicción a la heroína.
Recuerdan sus amigos que firmaron los primeros estatutos una noche en Fuengirola y que aquella Fundación pasó a ser responsabilidad de tres instituciones: la Asociación Horizonte, la congregación de los Terciarios Capuchinos y el Obispado de Málaga. En representación de ésta última iba Juan Serrano Silva.
A partir de ese día, su compromiso con la Fundación ha sido laboriosa, constante, precisa y… algunas veces ingrata.
Es verdad que ha tenido que mediar permanentemente entre las necesidades del Programa y el presupuesto con el que contaba la Fundación; es verdad que ha tenido que dar muchas veces la cara ante personas externas al programa que no entienden la manera de hacer de Proyecto Hombre; es verdad que, incluso a veces, ha tenido que seguir aunque no comprendiera el enfoque terapéutico que se le estaba dando a alguno de los servicios que se prestaban a las personas que llegaban a nuestro centro… Y aún así no ha desfallecido, ha sabido estar en su sitio.
Incluso es verdad, también, que en algunos momentos ha verbalizado que se iba a jubilar de la Fundación. Suponemos que lo habrá pensado muchas veces más. Sin embargo, los hechos han sido que, cuando trabajaba remuneradamente, telefoneaba todos los días, para saber cómo habían ido las cosas (nos consta que, aun a pesar de broncas familiares), y que, desde que se jubiló de su trabajo en el banco, siguió aún con más ahínco en la Fundación y, en lugar de venir algún día suelto, empezó a venir cuatro días de la semana a prestar sus servicios. Desde entonces continuó en la tarea como Representante Legal de la Fundación.

El Padre Benito Gil Yuste fue la persona que, junto con la Fundación, inició el programa en Málaga y continuó dirigiéndolo sus 18 primeros años. Se conocieron una noche en el Centro Ecuménico Lux Mundi, de Fuengirola, y desde entonces estuvieron al unísono trabajando para Proyecto Hombre Málaga, cada uno con su responsabilidad y con su tarea, pero desde el encuentro profundo y desde el permanente respeto mutuo.
Padre Benito decía que jamás dudó de que las cosas hechas por Juan Serrano estaban bien y que le descansaba mucho saber que de lo que se ocupara Juan, no iba a ser un problema, porque, seguía diciendo “siempre, pasara lo que pasara, supo estar en su sitio”. A fuerza de verse día tras día se convirtieron en confidentes, en amigos. “…Como compañero es inmejorable. Yo con él me he llevado de maravilla. Ha habido muy pocos desencuentros entre nosotros; hemos coincidido en casi todos los planteamientos. (…) Yo le admiro mucho. Me siento muy querido por él. Ha tenido siempre una manera exagerada de fiarse de mí”.
Después de Padre Benito, asumió la dirección del Programa Juan José Soriano, terapeuta hasta entonces del mismo. Y fue un periodo de apertura de recursos, de acoplarse a otra mirada y otra forma de hacer las cosas… Y ahí también supo estar Juan. A veces con mucho sufrimiento, pero con la misma discreción de siempre. Por amor y compromiso. Juanjo, como coloquialmente llamamos a este director, decía de Juan que él representa los verdaderos valores de la Fundación y que sin él, ésta perdería gran parte de su sentido.
En los últimos tiempos le toca lidiar con Belén Pardo. Una mujer que le quiere mucho y que cogió la responsabilidad por respeto a Juan y a su trabajo constante, coherente, maduro,… Le hizo prometer que, si ella cogía el barco, él estaría a su lado cada día. Y él, que quería jubilarse de voluntario, renovó su compromiso. Y aquí sigue, día tras día, silenciosamente.

Porque Juan es un hombre que, en su puesto, ha preferido no llamar la atención y permanecer por detrás de todos, tanto del Programa como del Patronato, haciendo su trabajo. Siempre.
En 2007 le concedieron una distinción muy preciada en su ámbito. Se trata de la “Cruz Pro Ecclesia et Pontifice”, concedida por el papa Benedicto XVI a ciertos seglares que han colaborado sin descanso para la Iglesia. Es un reconocimiento a la labor que durante, hasta entonces 22 años, había realizado Juan en Proyecto Hombre Málaga. En aquel acto, él habló, emocionado aunque con templanza y mesura, como procede casi siempre él. Decía… “objetivamente, es cierto el trabajo que he realizado a través de estos años, pero para mí no ha supuesto un trabajo. (…) Lo he hecho todo con gran ilusión, con interés, he procurado esmerarme en ello. Pero también me ha producido una gran satisfacción y, en definitiva, lo he hecho muy a gusto. Y cuando algo te produce una gran satisfacción, yo creo que una remuneración adicional no es necesaria (…) Esto es un pago excesivo al trabajo que yo he podido hacer”.
En aquella ocasión, y para regocijo nuestro, seguía acordándose y queriendo compartir lo que de honor tiene para él la condecoración, con sus dos grandes familias:
Una, la formada con su mujer, Begoña, que cuenta con 4 hijos, 3 nueras y 5 nietos y nietas (de momento). Para él, Begoña ha sido su compañera, la persona que, durante estos años, le ha alentado, ayudado, apoyado, y se ha involucrado hasta tal punto que, desde que se jubiló de maestra, colabora muchas mañanas en la Acogida de Proyecto Hombre.
La otra, “la gran familia que formamos todos los que hacemos Proyecto Hombre Málaga. Una familia en la que está la Fundación, el equipo de terapeutas, están los voluntarios, las familias y los propios residentes. Todos, todos unidos hemos sido los que hemos hecho posible que esa idea que surgió hace años, hoy se haya convertido en esta realidad”.

Juan Serrano Silva es una persona que ha permanecido a lo largo de 39 años en su puesto de voluntario, tomándoselo con una exigencia, con una responsabilidad y con un ahínco como pocos voluntarios han sido capaces de hacerlo a lo largo de tan dilatado tiempo.
El año 2022 decidió dar un paso atrás dejando de ser el Representante Legal de la Fundación, puesto que pasó a ocupar desde entonces Manuel Garrido Mora (¡¡gracias, Manuel!!). Sin embargo, Juan continuó hasta la misma semana antes de su muerte tanto en el Patronato de CESMA como Vicepresidente, como de voluntario casi diario de Proyecto Hombre Málaga. Es por esto por lo que consideramos que Juan es merecedor de estas páginas de reconocimiento y agradecimiento de esta, su familia.

¡¡¡GRACIAS, JUAN, POR TANTO!!!

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